Gracias a su flexibilidad y facilidad de manejo, nuestros camiones diésel autopropulsados son altamente confiables para la manipulación de todo tipo de cargas, incluso las más pesadas y voluminosas, en espacios reducidos.
La motorización diésel es indispensable cuando se requiere una potencia elevada que no puede ser suministrada por baterías o cuando los ciclos de trabajo no permiten pausas para recargar.
Con la compensación hidráulica de ejes, las pendientes y la irregularidad de las superficies dejarán de ser un obstáculo para la manipulación de materiales.
Para manejar cargas extremadamente grandes y pesadas, es posible conectar mecánicamente varios carretones industriales autopropulsados o colocarlos próximos entre sí y accionarlos simultáneamente.
Opciones bajo pedido:
- Dirección electrónica con múltiples configuraciones
- Desplazamiento automático (AGV)
- Personalización completa en todos los aspectos del camión diésel autopropulsado (dimensiones, velocidad, capacidad de carga, etc.)