Skip to content

Carro portamoldes omnidireccional – 43 t

 

Carretones eléctricos alimentados por batería

Fabricante austriaco de componentes de automoción, proveedor de primer nivel, que produce mensualmente 1,9 millones de componentes pequeños y 500 000 componentes grandes para los principales fabricantes de automóviles. Morello trabajó con el Director General de la empresa para mejorar la eficiencia de la planta.

EL RETO

En este caso, la empresa del cliente tenía que manipular diariamente numerosos moldes de inyección de hasta 40 toneladas de peso. Los objetivos del cliente eran los siguientes:

  • Limitar el uso de puentes grúa y pesos suspendidos en la planta, por motivos de seguridad.
  • Agilizar el transporte de moldes dentro de la planta y mejorar la productividad interna.
  • Optimizar el uso del espacio en la zona de almacenamiento de moldes.

LA SOLUCIÓN

La solución propuesta por MORELLO fue el diseño y la construcción de un carro portamoldes o, más concretamente, un carro industrial autopropulsado omnidireccional con 11 estructuras de palés de acero para gestionar la manipulación de los moldes dentro de la fábrica. De este modo, el cliente pudo colocar los moldes más grandes en palés elevados, listos para su manipulación. El carro autopropulsado se desplaza luego bajo el palé de acero elevado, lo levanta unos centímetros del suelo y lo lleva a su nuevo destino.

  • El funcionamiento es mucho más rápido que antes y el operador permanece a una distancia segura utilizando el mando a distancia. No hay pesos suspendidos colgando de las cadenas.
  • El carro es Omnidireccional y puede moverse en espacios muy reducidos, girando 90° y rotando sobre su propio eje.
  • El cliente tenía la intención de comprar un carro con dirección estándar hasta que vio un OMNI en acción: fácil de manejar, con la máxima flexibilidad operativa que permite una mejor disposición de la fábrica.
  • Superficies de suelo imperfectas: atravesadas y gestionadas por suspensión hidráulica
  • Plataforma de carga elevable: puede elevarse en paralelo al suelo o mediante la elevación de puntos hidráulicos individuales, para adaptarse a las diferentes pendientes del terreno.
  • Un motor eléctrico para cada rueda: garantiza una tracción óptima y un sistema de frenado perfectamente controlado.
  • Motores eléctricos sin escobillas: alta precisión, sin mantenimiento.